domingo, 13 de diciembre de 2009




y qué pasará cuando no pueda decirte (adiós)
ese (adiós) lo diré tan, tan, tan bajito que parecerá una leve brisa que ni las rapaces serán capaces de captar, sí, así lo haré, estoy convencido de que será mucho menos doloroso.
a cambio de ese dolor aún me quedan momentos que ni siquiera puedo imaginar de lo intensos que van a ser.
oh, sí, también he pensado en que lo intenso es directamente proporcional al dolor de después, pero mi reflejo en el espejo me responde con cara de resignación ante tal dilema. ¿y qué importa ya?
sé que abrirás la ventana cuando vengas, según esté amaneciendo, entrarás y me despertarás con una caricia. loco de mí en ese momento por pensar solo en la frialdad de tus manos y lo molestas que resultan a esa hora del día. tonto idiota, me diré, encima no te quejes mendrugo.
también sé que todo pasará tan rápido como un suspiro, y si fuera legal, te secuestraría todo ese tiempo y te mantendría con cadenas en mi cama. asegurándome tu sonrisa. es triste saber que ese tiempo tiene fecha, hora y vuelo. es triste pensarlo ya. pero aunque sea tristeza, es un sentimiento, y doy gracias porque has sacado eso que pensaba ya olvidado. abrirás la ventana, y ese cajón donde guardaba todo eso que siempre creí tener pero que no encontraba el camino para sacar.
abrirás la ventana, y cuando te vayas la cerrarás. por un momento nada tendrá sentido. pero siempre he sido muy pragmático en cuanto a mí se refiere, y sé que no tardaré en estar completamente bien, como si todo hubiera sido un sueño bonito. golpearé la ventana de cristal blindado cuando me desespere, sin variar ni un solo momento su fría materia irrompible. pero luego me acordaré perfectamente de como abrirla, me reiré de la tontería de arremeter contra ella, negaré sonriendo ante mi estúpida reacción de animal en cautividad reciente. y la abriré de nuevo, aunque la oscuridad que me aplastó cuando cerraste la ventana me parezca una eternidad, será llevadera en cuanto vuelva a abrirla y salga de nuevo de ahí, con ese recuerdo tan bonito e intenso, que lucharé por seguir teniendo presente en cada paso que dé hacia el nuevo amanecer.
porque ya habrá amanecido, como ocurre cada día desde el principio de todo esto, todo eso, y todo aquello.




3 comentarios:

tututu dijo...

y por si ese lunes cuesta más de la cuenta, aunque tú siempre fuiste el chico al que se le dieron bien los lunes aqui, yo estoy dispuesta a tomar un chocolate caliente contigo. claro que sí. y hablamos de ti, de mi, de esto y de aquello... que ya va siendo hora. bombón.
:)

Bertas dijo...

pues que sepa usted que el dolor
proporcional es el mejor dolor del mundo!
:)
guapo jorgito!

Dara dijo...

yo nunca jamás digo adiós, ni en bajito ni nada.



miaumiau
(¡rojo!)