sábado, 14 de noviembre de 2009


de qué sirve todo lo que fue, si con un una reacción, o tan si quiera, si con una ausencia, siempre, claro, de imposible asistencia y sin reprocharte nada, no estás,

no digo aquí, digo en mí
no estás

preguntaré al primer gnomo con olla de oro que vea, al primer genio de la lámpara que me encuentre, a la primera hada madrina o al primer unicornio que se me pare a hablar, si puede hacer que vengas, sin cambiar nada del resto de tu vida y de la mía, pero que consiga que estés aquí, aquí dentro
de mis sabanas
de mi circulo
de mi ciudad
de mi cerebro
y por supuesto, de mi bombeante corazón

no es justo, no es justo llevar vientiún años resignado a la no existencia de lo que las películas ñoñas, las que te revuelven algo por dentro, utilizan como base en sus guiones complicados, y que derrepente me vea en esta situación, ¿yo? ¿yo llamándote cada rato?


en esta situación, ¿por qué no otra? más facil, no sé, algo que no termine por doler, ¿no crees que solo por seguir siendo optimista en esos veintiún años, merezco algo menos doloroso?

3 comentarios:

tututu dijo...

tú te mereces algo que no duela. pero a lo mejor hoy duele, pero mañana no, ¿lo has pensado?. me encanta esto que has escrito.
la que fue tu discoteca personal hace unos meses, ha cambiado de canciones. que ya olían. a ver si te gustan.
guapo:)

Efe dijo...

La búsqueda de ese alguien/algo que esta por llegar...que bonitamente atavico resulta ya...
en fin.
¿Sabes que?(Sé que no, es decir, sé que no lo sabes, es una pregunta retorica que me hacia gracia comentar) Yo conozco a un gnomo (obviamente sin olla de oro porque de ser así mi oso yogui, que como el yogui del parque de Yellowstone, es cleptomano, ya se la habría robado), pero vamos que aún así es una de esas amistades que dices, ¡coño que afortunada me siento!. Y no, no consumo drogas duras, solo Vicks Vaporub en cantidades peligrosas.
Y no, tampoco te conozco. He llegado aquí por casualidad. Bien, la casualidad siempre es relativa porque esta claro que una serie de factores han influido y blablabla, pero no postergaré la protocalaria despedida.

Adiós, muy buenas.

pintamonadas dijo...

siempre decimos de este agua no voy a beber y acabamos cogiendonos una cogorza dl quince y medio en ñoñeria y sentimentalismo, ademas en esta época de frío otoñal tenemos que revolucionar las hormonas :)