miércoles, 14 de enero de 2009
calor en las yemas
estaba triste, pero sabía que cuando eso le pasara tenía una tarea pendiente.
tenía miedo de quitarse esa responsabilidad, pero sabía que tenía que hacerlo. no podía seguir guardándoselo para ella.
decidió dar el paso, le miró y se lo dijo. confiaba en su clase, su saber estar, y eso mismo fue lo que la reconfortó después.
le había dicho, él, otro, pero el de siempre, que no se preocupara, y que si lo hacía, pusiera atención a sus yemas.
y allí, cuando parecía que iba a desvanecerse su fuerza notó ese calor reconfortante en las yemas de sus dedos, se las llevó a sus labios, y recobró las fuerzas.
a partir de ese día, sabía que nunca más iba a estar sola y que nunca más le iban a temblar las piernas ante nada.
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5 comentarios:
estoy emocionada, ahora solo me sale decirte que te quiero con locura, cosa que obviamente sabes
puede que cuando deje de leerlo una y otra vez me de la cabeza para decirte algo mas
aunque poco mas hay que decir
:)
loved it... me trae recuerdos !!
me encantaria entender algo!!! pq eres tan hermetico??
artista!
(soy carlos)
mira lo que hizo mi aburrimiento...jajajaja
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