
te daría un abrazo por cada estación
en
invierno te abrazaría para que dejaras de ser(barra)tener frío y te centraras en el
minimalismo emocional.
en
primavera te abrazaría para que olvidaras el prototipo
ambientalista de
rastas y estupefacientes y te volvieras pacífico y relajado, apacible.
en
verano te abrazaría para que me invites a un helado.
en
otoño te abrazaría para que me contaras, de una manera muy trascendental(barra)bohemia, el problema que existe en las lazadas de los cordones de las zapatillas, y porque insistes en ponerte pantalones largos en los días de calor.
además, te daría un abrazo por ser
prácticos.
otro por llevarme, de la mano, a pensar.
te volvería a abrazar para que recuerdes que yo era una promesa del baloncesto, aunque me saques dos cabezas y no te lo creas.
te estrecharía de nuevo, pero con un abrazo de los de mentira, para que me pidas que te abrace de verdad.
otro por volver del baño y encontrarme con tu: "y TÚ, ¿qué tal estás?".
y volvería a hacerlo por los brindis.
y otra vez te abrazaría porque sí, y para que me preguntes el por qué, y yo pudiera ser
chulito y contestarte: "porque me apetece", con una sonrisa de pícaro.
y otra para que lo recuerdes cuando viajes, a malos vientos o buenos aires, y digo malos vientos por el simple hecho de que me cabrea pensar que vas a estar tanto tiempo y tan lejos.
otro porque sé que me vas a demostrar que la distancia no la ponen los kilómetros sino la gente, y que tú no vas a ponerla.
otro por hacerme dar el primer paso a creer en lo que no creo, que es ceder a que igual esté equivocado.
y volvería a abrazarte sin más, porque sí, porque es una buena manera de darte las gracias, aunque esto no te lo diría, sino que te lo demostraría.